Moltó rechazó las críticas lanzadas contra él por pedir en una carta a diferentes estamentos de la Administración que le informen del peso que tiene IBM en el volumen de compras públicas.

En su opinión, la multinacional informática tiene "todo la legitimidad para anunciar un plan de deslocalización, pero también la Administración tiene todo el derecho del mundo como cliente a saber cuales son sus relaciones con uno de sus proveedores, y esto es lo que he hecho".

El secretario e Estado de Industria agregó que en su polémica misiva no pide que se supriman las compras a IBM, "sólo ejerzo mi derecho como cliente a saber cuáles son mis relaciones con uno de mis proveedores, al tiempo que advierto de la necesidad de cuidar las decisiones de compras atendiendo a razones de optimización de los recursos, porque hay otras marcas en el mercado español que también podrían cubrir la demanda institucional".

Además, "lo único que yo hice fue pedir a las diferentes administraciones públics un inventario, a fin de poder establecer una correcta política de compras y, por cierto, la reacción está siendo explendida. Es la propia IBM la que ha dicho todo lo demás".

A su vez, señaló que no es cierto que el Ministerio estubiera al corriente de la decisión de IBM de vender la fábrica. "Sólo se nos informó hace un año de los problemas de la multinacional en otros mercados donde estaba implantada, y de la necesidad de adoptar medidas".

IBM no ha pedido ningún encuentro con el Ministerio paa informar de esta situación, aseguró, "salvo las intenciones que nos han llegado a través de algunos intermediarios de concretar una entrevista". "El sistema es mucho más fácil", recalcó, "si quieren una entrevista conmigo que me la pidan".