Molins recalcó los déficits del actual Estado autonómico y se quejó sobre todo de las actitudes contrarias la concepción del Estado plurinacional, pluricultural y plurilingüístico.

En concreto, desacreditó a quienes se empeñan en criticar a Cataluña como una comunidad "insolidaria" que pretende recibir más de lo que legítimamente le corresponde en relación a su aportación al fiso.

"No es cierto", dijo, "que Cataluña sea insolidaria. No es cierto que el catalanismo político sólo pretenda benficiar a Cataluña. Muchas de nuestras propuestas han pretendido hacer avanzar a España en su conjunto impulsando una política de modernidad".

Para corregir estos errores, consideró necesaria cierta dosis de "pedagogía" para "explicar mejor nuestra situación y nuestra propuesta, pero necesitamos también que desde el resto de España no se contribuya a alimentar una creciente demagogia, al y como hizo el PP cuando colaboramos con el PSOE, y como hace hoy el PSOE cuando ahora colaboramos con el PP".

Desde CiU se reclama más comprensión para su intervención en la política española, porque esa participación "ha sido, es y puede y debe seguir siendo positiva para todos".

El portavoz convergente rechazó que la petición de respeto y lealtad a la Constitución hecha ayer por el presidente del Gobierno, José María Aznar, fuera dirigida a su coalición y defendió la soberanía compartida coo elemento esencial para seguir avanzando hacia el siglo XXI en toda la Unión Europea.

Según Molins, "desde Cataluña queremos alcanzar estas mayores cotas, este nuevo encaje con España que nos permita una forma de soberanía compartida similar a la que ya teníamos históricamente. Queremos encontrar nuevas fórmulas que nos permitan una lectura amplia y generosa de la Constitución, como la que nosotros hicimos cuando contribuimos, de forma leal y constructiva, a su aprobación".

Durante el debate poserior a la intervención de Molins en el curso dirigido por el presidente del Congreso, Federico Trillo, uno de los asistentes le preguntó si se sentía español, a lo que el portavoz nacionalista respondió que la mayoría de las veces sí y que únicamente ponía en duda este sentimiento cuando le dan "patadas en la boca" a sus convicciones nacionalistas.