LA MODERACION PREVALECIO EN LA INAUGURACION DEL JUICIO CONTRA JOSE AMEDO EN LA AUDIENIA NACIONAL
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La moderación fue la nota predominante de la primera jornada del juicio contra los presuntos organizadores de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), José Amedo y Michel Domínguez, que comenzó hoy en la Audiencia Nacional de Madrid.
Moderada fue la actuación del propio subcomisario Amedo desde el banquillo y, asimismo, lo fueron el interrogatorio del ministerio fiscal y la actitud del público, en tanto que la presencia policial pudo considerarse tmbién discreta.
Sólo la presencia de casi 200 periodistas apostados ante la puerta principal de acceso al edificio, entre ellos una representante del rotativo francés "Le Monde" y un corresponsal del alemán "Der Spiegel", delataba que iba a celebrarse la vista más esperada de los últimos años.
Los 160 funcionarios de la Novena Unidad de Reserva General de la Policía Nacional, trasladada a Madrid en pleno para reforzar la logística de seguridad durante el juicio, apenas se dejaba notar, lo mismo qe los guías caninos que recorrieron e investigaron los alrededores en busca de posibles artefactos explosivos.
Sin embargo, el amplio dispositivo de seguridad se hizo más patente en el interior de la audiencia, donde los interesados en seguir las sesiones del juicio quedaron repartidos en dos salas.
El recinto blindado donde se celebra la causa estaba abarrotado por 16 periodistas escogidos entre los que acuden habitualmente a la audiencia, familiares de los procesados y de las víctimas (aunque sgún los apellidos que aparecían en las listas no figuraba ningún pariente cercano de los procesados) y el público asistente.
En una sala superior, habilitada para la ocasión, el resto de informadores se agolpaba y seguía como podía el proceso a tavés de los seis monitores y la pantalla gigante intalados por una empresa privada encargada de cubrir audiovisualmente la vista.
En el exterior, la calma volvió en cuanto comenzó la vista, con una puntualidad rigurosa e inesperada. Sólo una treintena de iudadanos se concentró frente a la escalera central de acceso a la Audiencia y desplegó una pancarta que lucía el mensaje: "No están todos: Gobierno responsable" y firmaban como la acción popular contra los GAL.
Repartieron además, "a cambio de la voluntad", una postal que imitaba el cartel anunciador de la que han denominado cuarta entrega de "El Padrino", protagonizada, en el papel del cabeza de los Corleone por el preidente del Gobierno, Felipe González, con el añadido de que el estreno era hoy, mates, en la Audiencia Nacional.
ACCESO SIGILOSO
Los principales protagonistas del proceso habían accedido al edificio discretamente y sólo uno, el letrado de la acusación particular, Miguel Castells, pudo ser interceptado por los medios de comunicación.
Castells, que aunque no quiso implicarse en el aspecto político de la causa, "porque soy abogado y como tal mi interés es que se obtenga justicia y se indeminice a los dañados", hizo alusión a las trabas impuestas por la Audiencia y el Gobierno pra facilitar datos sobre la investigación económica.
Los representantes de Euskadiko Esquerra, Juan María Bandrés y Koro Garmendia, y el de Eusko Alkartasuna, Joseba Azkárraga, que acuden al juicio como observadores, resaltaron ese mismo obstruccionismo.
"Hoy es un día", dijo Bandrés, "para que la Justicia española declare que en España el terrorismo no se combate por medios extraños, aunque nazcan en los sumideros de algunos ministerios".
TRAS LEVANTARSE LA SESION
Sin embargo, pocas fuero las nuevas conclusiones que depararon los interrogatorios a que, unos y otros, sometieron a José Amedo, con cerca de dos horas y media de duración.
Fernando Salas, abogado de la acusación popular, que no ha tenido tiempo todavía de preguntar al acusado, se quejó de la suavidad de los interrogantes que formuló el ministerio fiscal, representado por José Aranda, "en el que no se han formulado muchas de las preguntas que constan en el sumario".
Salas, que encontró al acusado más moderado que en ocaiones anteriores, "aunque ha tratado de llevar la dirección del proceso", subrayó las "contradicciones constantes" en las que Amedo incurrió a lo largo de toda la mañana, "sin saber dar una explicación coherente a los puntos que se han planteado" .
Satisfecho se mostraba también Javier Saénz Calderón, de la acusación particular, que insistió en que "las contradicciones refuerzan la estrategia que nos hemos planetado", sin que llegara a especificar cuál es ésta.
De estrategia habló, asímismo, la dfensa del subcomisario, Gonzalo Casado, que vio una "película" muy distinta a la de la acusación, porque estimó que el subcomisario Amedo demostró "su coherencia, su aplomo, su seriedad de ánimo y no ha incurrido en ninguna contradicción".
MENTIR POR DERECHO
"El único testigo con derecho a mentir según las leyes del derecho español es el procesado", opinó Bandrés, que acude además como representante de la comisión europea de Asuntos Jurídicos y de Derecho de los Ciudadanos.
"Amedo ha mentido caa vez que hablaba y se ha contradicho, lo que es bueno, porque está defendiéndose", precisó el dirigente de EE.
Tampoco conmmovió a nadie la nueva coartada que presentó el subcomisario y que no consta en el sumario, porque, según el abogado Gonzalo Casado, "lo recordó hace apenas tres meses", cuando testificó que el día del atentado del bar Consolation contra José Ramón Basañez, por el que el fiscal le pide 18 años de prisión, se encontraba "en el entierro de mi última abuela".
Según coincidieroncasi todos los letrados consultados por esta agencia, argumentos como ese no serán suficientes para que Amedo pueda convencer a la sala de su inocencia, porque no basta con las palabras, sino que hay que tendrá que probarlo.
(SERVIMEDIA)
11 Jun 1991
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