De esa cantidad, 30.000 millones se refieren a créditos y ayuda financiera y los 13.000 millones restantes a aportaciones directas (medicamentos, productos sanitarios, alimentos, envío de persnal de asistencia), según explicó hoy en el Senado el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Alvarez-Cascos, durante la sesión de control al Ejecutivo.

El programa de ayuda diseñado por el Gobierno tuvo tres partes. En primer lugar, la ayuda humanitaria y de emergencia, que alcanzó la cifra de 5.631 millones de pesetas, repartidos entre la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y los ministerios de Educación, Sanidad, Fomento, Agricultura, Interior y Defensa.

Asimismo, en un segunda y tercera fase se evaluaron las tareas de reconstrucción y transformación. En este caso, según señaló Alvarez-Cascos, se trata de tareas a medio y largo plazo "que se deben prolongar el tiempo posible".

Por lo que se refiere a la fase de reconstrucción, las actuaciones realizadas e impulsadas por el Gobierno español se centran en un acuerdo con el Banco Centroamericano de Integración Económica por el que se otorga una subvención de 2.000 millones; un programa de rehabilitación agrícola por vaor de 590 millones; varios programas de rehabilitación por un total de 2.000 millones; subvenciones a ONGs de más de 2.000 millones.

Además, con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) se están poniendo en marcha los proyectos asignados a la reconstrucción en unas condiciones especiales de financiación, que alcanzan un componente de donación de hasta el 80%, al que hay que añadir un capítulo de condonación de la deuda.

Por último, respecto a la fase de transformación, se ha consagrado el apoy institucional a los países afectados, tanto en materia de apoyo a la gobernabilidad como de mejora de las capacidades locales en salud, educación y prevención de catástrofes.