La supresión de barreras arquitectónicas más significativa es la anchura de los pasos y de las puertas, de 80 centímetros, frente a los 60 convencionales.

Las manecillas de las puertas están adaptadas para que puedan ser manejadas por aquellas personas que no tienen manos. Además, la disposición de las piezas de los sanitarios y las ayudas técnicas necesariasen los baños de los pisos, la colocación de espejos y de barreras en los armarios a una altura accesible, son otros de los elementos previstos para la accesibilidad de personas con minusvalías.

El director de la Villa Paralímpica, Carles Grau, explicó que en el complejo se instalarán 5.000 personas, 4.200 de las cuales son atletas y sus acompañantes, y el resto árbitros y personal técnico. El total de la familia paralímpica está compuesta por unas 19.000 personas.

Por otra parte, los trabajadoresde la Villa, 3.400, se reparten en 300 personas pertenecientes a la organización, 1.500 voluntarios paralímpicos y 1.600 empleados más procedentes de empresas subcontratadas para los servicios de alimentacón, seguridad o limpieza.

Las reformas que ha sufrido el restaurante de la Villa para ser utilizado por los deportistas incluyen diversas rampas para acceder hasta el comedor, que se encuentra en un sótano. Tanto las sillas como las mesas se encuentran situadas de forma más espaciada para que las peronas que se desplacen con silla de ruedas puedan moverse sin problemas.

El restaurante, que tenía capacidad para 3.500 comensales durante los Juegos Olímpicos, quedará reducido a 2.500, ya que parte del espacio se ha convertido en una zona para posibles evacuación en caso de incendio.

El número total de servicios será de 280.000, y las personas que los atenderán, 281, entre cocineros, lavaplatos, personas de sala y encargados. El horario de desayuno será de 6 a 10 horas; el de comida, de 12 a 16 oras, y el de cena, de 18 a 22 horas.