LA MITAD DE LAS MUJERES MALTRATADAS CONSUME ANTIDEPRESIVOS O ANSIOLÍTICOS
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El 51,6% de las mujeres que sufren violencia doméstica consume ansiolíticos y/o antidepresivos y un 30% toma analgésicos, según un estudio presentado hoy en el XXVI Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que se celebra en Valencia.
El estudio, realizado sobre una población de 29.297 pacientes que acudieron a consulta a algún centro de salud urbano, detectó 60 casos de violencia doméstica (54 mujeres y 6 varones).
El 57% de las mujeres que sufrieron malos tratos a manos de sus parejas pertenecía al grupo de edad de 15 a 45 años. Asimismo, el 82% de las maltratadas acudió al centro de salud en el último año más de 10 veces, según la semFYC.
"En España la violencia doméstica se sigue detectando poco. En la mayoría de los casos se trata de mujeres jóvenes y muchas de ellas consumen medicamentos para la ansiedad, el insomnio y la depresión. Los profesionales deben de ser particularmente rigurosos en la prescripción y en el seguimiento de estos tratamientos, que, indicados sin saber que la mujer sufre violencia, pueden favorecer el retraso en el diagnóstico y la dependencia", dijo la doctora Carmen Fernández, médica de familia y experta de la semFYC en violencia doméstica.
SEÑALES DE ALERTA
La doctora Fernández insistió en que el consumo de estos medicamentos constituye una señal de alerta de que esa mujer podría estar sufriendo malos tratos. "La hiperfrecuentación también es una constante, y pesar de que son pacientes que vemos con más asiduidad que al resto de la población general, seguimos teniendo una baja detección", admitió.
Ser mujer e inmigrante son factores que aumentan el riesgo de sufrir malos tratos. Una mujer marroquí residente en España tiene muchas más posibilidades de sufrir malos tratos que una española, según un estudio presentado también en la reunión de Valencia y realizado en un área de Cataluña, donde se analizaron 44 casos de violencia de género en mujeres (34 españolas y 10 marroquíes), con edades entre 15 y 65 años.
Según la doctora Fernández, las mujeres inmigrantes en general son más vulnerables frente a este tipo de situaciones. "Las condiciones de aislamiento social y el desarraigo en que viven, la dependencia económica y el hecho de que, en algunos casos, en sus culturas de origen la mujer no goza de los mismos derechos que el varón y la aceptación social del sometimiento de la mujer a la voluntad del marido, incrementan el riesgo de sufrir malos tratos", manifestó.
"La barrera del idioma es otro factor que les dificulta contar su problema a alguien. Dado que es frecuente que su intérprete sea su pareja, resulta complicado que denuncien una situación en la que muchas veces el maltratador es precisamente el propio marido", indicó la doctora Fernández.
(SERVIMEDIA)
14 Nov 2006
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