LA MITAD DE LOS ESPAÑOLES LE DAN LA RAZÓN A SOLBES EN QUE TODAVÍA NO LE HAN COGIDO EL TRANQUILLO AL EURO
- Pero más o menos lo mismo pasa en los demás países de la Eurozona, y una aplastante mayoría de españoles y europeos están convencidos de que con el euro han subido los precios
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El 54% de los españoles admiten que, como manifestó ayer el ministro de Economía, Pedro Solbes, todavía no le han cogido el tranquillo a lo de pagar en euros y que, por esa razón, tienen miedo unas veces a quedarse cortos y no gastar lo suficiente, y otras veces a pasarse de largo y gastar de más.
Así se pone de manifiesto en un estudio-encuesta realizado sobre esta cuestión por la Comisión Europea en noviembre de 2006, al cumplirse el primer lustro de la puesta en marcha de la moneda única, bajo el título "La Eurozona, cinco años después de la introducción de los billetes y monedas del euro", y recogido por Servimedia.
Esa investigación incluyó un apartado para averiguar los cambios en el consumo originados por la introducción del euro, pidiendo a los entrevistados que eligieran entre tres alternativas: "usted compra menos por miedo a gastar demasiado", "usted compra más porque tiene problemas para darse cuenta de lo que gasta" y "ni una cosa ni la otra, no encuentro ninguna diferencia".
En el caso español, sólo un 45% se situaba en la categoría de quienes se mueven en euros con la misma familiaridad que con las pesetas, mientras que un 28% confesaba que gastaba de más por no entender bien el valor del euro y un 26% admitía que le pasaba todo lo contrario y compraba de menos por miedo a calcular mal y pasarse de presupuesto.
Sin embargo, el problema de 'anumerismo' que aqueja a los españoles ante el euro es bastante similar al del conjunto de la Eurozona, en donde sólo un 41% de ciudadanos decía sentirse tan cómodo con la moneda única como con la divisa nacional que usaban anteriormente.
Sí se aprecia una cierta diferencia en que en la Eurozona son más los que pecan por defecto que por exceso, al contrario de lo que ocurre en España. Así, en el promedio de la zona euro, del 58% de personas con problemas de orientación con el euro, un 33% se queda corto al comprar y un 25% se pasa de largo.
El país donde aseguran tener menos problemas es el vecino Portugal, con un 57% de ciudadanos que se encuentra a gusto con el euro, mientras que donde menos ha calado es Irlanda, en donde sólo un 28% asegura no tener problemas de cálculo de gastos al hacer las compras.
La investigación muestra que las mujeres tienden a ser más precavidas que los hombres por miedo a pasarse de la raya con los gastos y que los mayores toman menos precauciones que los jóvenes, en tanto que no hay diferencias significativas de comportamiento en función del nivel educativo.
DEPENDE MUCHO DE LO QUE SE COMPRE
Pese a todo, una mayoría de un 57% de ciudadanos de la Eurozona asegura que ya calcula mentalmente en euros cuando hace las pequeñas compras cotidianas, una proporción que en España sube hasta el 60%. Pero todavía hay un 21% de españoles que admite que alterna los cálculos entre una moneda y otra, y un 18% que confiesa que sigue pensando en pesetas al hacer pequeños pagos cotidianos, como el pan o tomarse una café o una cerveza en un bar.
Además, cuando a los encuestados se les pregunta por la moneda en que calculan al hacer una gran compra de gran importancia, como una casa o un coche, entonces una mayoría admite que se aferra a la seguridad de sus viejas monedas para evitar errores. En el caso de España, un 41% dice que sólo calcula en pesetas, un 33% asegura que alterna entre euros y pesetas, y sólo un 24% afirma que lo hace siempre directamente en euros.
Por otra parte, el informe pone de manifiesto que, con la perspectiva de cinco años de aplicación, una aplastante mayoría de ciudadanos de la Eurozona, del 93%, pensaba que la moneda única ha contribuido a subir los precios.
Los griegos y los españoles, con un 97%, eran los más convencidos de los efectos negativos del euro sobre la inflación, pero incluso en donde son menos pesimistas a este respecto, Irlanda, nada menos que un 71% de los encuestados secundaba la opinión del efecto inflacionista de la moneda única.
El ministro de Economía, Pedro Solbes, manifestó ayer, durante una conferencia económica organizada por el PSOE, que los españoles todavía "no hemos interiorizado lo que significa un euro" y puso como ejemplo que él ha comprobado personalmente cómo la gente deja propinas exageradamente altas tras tomarse un par de cafés.
(SERVIMEDIA)
16 Dic 2007
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