En dicho estudi se señala, en concreto, que el 46% de los ciudadanos estaría dispuesto a considerar un cambio de suministrador de electricidad y el 44,2% se plantea cambiar de empresa gasística.

Los operadores actuales están convencidos de su permanencia en el mercado y un 75% opina que en 2005, dos años después de la liberalización, no habrá más de 12 compañías que puedan suministrar directamente al cliente gas o electricidad.

El principal motivo de los futuros competidores para entrar en el mercado gasístico spañol sería, en el 57% de los casos, la obtención de beneficios. En el área de la electricidad, sin embargo, cobra más importancia el abrir una línea de producto adicional.

El estudio se ha realizado desde una doble vertiente, encuestando por un lado a 800 consumidores domésticos y, por otro, a 14 directivos de 11 empresas de ambos sectores.