Aunque los Estados del sur, incluida España, presentan la situación más conflctiva, son Grecia, Portugal e Irlanda los que cuentan con los niveles de tratamiento más bajos (entre un 10 y un 20 por ciento).

Por el contrario, Holanda y Dinamarca depuran casi la totalidad de sus aguas residuales urbanas, por lo que apenas tendrán que realizar esfuerzos para adaptarse a la legislación comunitaria.

La CE ha establecido la obligatoriedad de instalar colectores para aguas residuales en todas las poblaciones europeas de más de 15.000 habitantes antes del año 2000, ampliando el plzo hasta el 2005 en el caso de los núcleos de población que oscilan entre los 2.000 y los 15.000 habitantes.

ZONAS SENSIBLES

Además, la nueva normativa comunitaria establece que en las zonas calificadas como sensibles (lagos de agua dulce, estuarios, bahías, aguas dulces de superficie destinadas a la obtención de agua potable y aguas costeras de perfil cerrado o con amenaza de destrucción biológica) los sistemas colectores deberán estar concluidos antes de 1998 en aglomeraciones de más de 10.000 habtantes.

Antes de 1994, los Estados tendrán que haber terminado la elaboración de las listas que recojan una relación de estos espacios.

Según el ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT) español, José Borrell, adecuar los sistemas de depuración de España a la legislación europea costará alrededor de un billón de pesetas.

Las estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revelan que España ocupa el cuarto lugar en cuanto a consumo de agua dentro de mundo industrializado, sólo por detras de EE.UU., Japón e Italia.

Un 14 por ciento de lo que consumimos va destinado al uso urbano, el 7 a las indutrias y la gran mayoría, el 79 por ciento, al riego agrícola.