MINUSVALIDO EN HUELGA E HAMBRE POR LA FALTA DE ATENCION DEL CENTRO INFANTA ELENA DE PAMPLONA

PAMPLONA
SERVIMEDIA

Pedro Ejea, que padece una esclerosis lateral amiotrófica que le impide moverse de la cama, inició el día de Reyes una huelga de hambre en protesta por la falta de atención que, según asegura, reciben los minusválidos físicos del centro Infanta Elena de Pamplona, que han calificado como "muy deficientes" los servicios.

Ejea, de 63 años, casado y con dos hijos, aseguró que está dispuesto a llegar hasta el final" y señaló que "si no nos dan calidad de vida después de haber trabajado tanto, no merece la pena vivir".

La junta de residentes minusválidos del Infanta Elena mantuvo recientemente una reunión con los responsables de la empresa que gestiona el centro para comunicarles sus quejas, ya que en su opinión, "buscan la peseta en lugar de tratar de cuidar a las personas como se merecen".

Según indicaron algunos minusválidos, la escasez de personal provoca situaciones muy incómodas para losresidentes. "A veces tenemos que esperar hasta dos horas desde que pedimos asistencia por timbre hasta que nos atienden y entre tanto, sólo nos queda permanecer en una postura insalubre u orinarnos encima".

Asimismo, denunciaron la falta de asistencia psicológica a los enfermos, la mala calidad y escasez de la comida y el mal funcionamiento de la furgoneta encargada de realizar los traslados y señalaron que "con las 340.000 pesetas mensuales que la empresa cobra por plaza, se puede ofrecer una atenció mucho más digna".

Una de las residentes en el centro, Concha Navarro, afirmó que "se potencia la dependencia más que la autonomía y se olvida la calidad de vida del minusválido".

(SERVIMEDIA)
07 Ene 1994
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