Los ministros de Inerior y Justicia europeos coincidieron en la necesidad de asegurar mejor el libre movimiento de los ciudadanos dentro de la UE mediante medidas más eficaces para combatir acciones criminales.

Sin embargo, no se llegó a un acuerdo en lo relativo al llamado "Convenio Eurodac", uno de los puntos más controvertidos del orden del día. Este propone una centralización de las huellas dactilares de los solicitantes de asilo en la UE, medida que no satisface a algunos representantes políticos.

Por el contrrio, salió adelante la iniciativa para luchar contra el blanqueo de dinero. Por su parte, el Gobierno austriaco (que ocupa actualmente la Presidencia de la Unión) presentó un informe sobre la inmigración relativo a Austria.