LOS MINISTROS DE EXTERIORES Y DEFENSA EXPLICARAN EL DIA 21 EN EL CONGRESO LA POSICION ESPAÑOLA EN LA GUERRA YUGOSLAVA

MADRID
SERVIMEDIA

Los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa, Javier Solana y Julián García Vargas, comparecerán conjuntamente el día 21 de agosto ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, para explicar la posición del Ejecutivo en la guerra yugoslava y cuál será el grado de participación española en la operación de envío de ayua humanitaria a Bosnia-Herzegovina.

Esta comparecencia se produce a petición del Gobierno y para evitar la convocatoria de la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados, máximo órgano en período de vacaciones parlamentarias, tal como habían pedido CDS e Izquierda Unida.

Ambos grupos solicitaron el pasado miércoles la convocatoria de la Diputación Permanente ante la "gravísima situación" por la que atraviesa la antigua Yugoslavia y la inminencia de la aprobación, por parte de la ONU, de ua resolución que permite el uso de la fuerza para hacer llegar ayuda humanitaria a la población de Bosnia-Herzegovina.

Durante todo el día de ayer, el ministro para las Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, estuvo en contacto con Javier Solana y Julián García Vargas, por un lado, y con el presidente del Congreso, Félix Pons, y los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios, por otro, para intentar llegar a un acuerdo sobre la fecha de la comparecencia de ambos ministros.

Solana supendió ayer sus vacaciones y García Vargas lo hará en los próximos días, para seguir desde sus despachos en Madrid la evolución de la crisis yugoslava y definir con sus homólogos europeos cuál va a ser la contribución española al operativo militar que se desplazará a Bosnia.

Anoche, en una primera reacción de urgencia tras conocerse la resolución 770 de la ONU que da el visto bueno al uso de la fuerza, la Oficina de Información Diplomática (OID) mostró la esperanza del Ejecutivo español en que la solaamenaza de una intervención militar haga reflexionar a las partes en guerra, bosnios y serbios, y no sea necesario finalmente el uso de la fuerza.

Horas antes, el ministro de Defensa se había adelantado a esta valoración asegurando que el Gobierno español es contrario al envío a la zona de una fuerza de interposición, porque eso supondría "la internacionalización del conflicto, de manera que se enquistaría y `libanizaría'".

(SERVIMEDIA)
14 Ago 1992
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