LOS MINISTROS DE AGRICULTURA DEBATEN EL NUEVO ETIQUETAD DE CARNE
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Los ministros de Agricultura de la UE se reunen hoy y mañana en Bruselas para decidir si aceptan o no las enmiendas que el Parlamento Europeo ha realizado a la posición común del Consejo sobre el etiquetado de carne.
La Eurocámara había aceptado a grandes rasgos el proyecto del Consejo, pero introdujo dos enmiendas al texto: una de ellas pide que en la etiqueta de la carne no aparezca la categoría del animal y la otra aboga por que la carne bovina picada ndique siempre su país de procedencia.
Está previsto que el nuevo sistema de etiquetado de vacuno y de sus derivados entre en vigor el próximo 1 de septiembre, pero antes es necesario que las instituciones se pongan de acuerdo sobre el texto definitivo. Por el momento la Comisión se opone a la introducción de las enmiendas, aunque podría acabar aceptándolas si el Consejo de Agricultura las aprueba por mayoría cualificada. El Ministerio de Agricultura español ya ha anunciado que votará a favor de las ds.
El asunto podría complicarse si una o las dos enmiendas son rechazadas por el Consejo, lo que obligaría a éste último a iniciar un proceso de conciliación con el Parlamento, con el que tendría que llegar a un acuerdo en un plazo máximo de ocho semanas. En ese caso se correría el riesgo de sufrir un vacío legal en la materia, ya que el actual sistema de etiquetado expira el próximo 31 de agosto.
El conflicto gira sobre todo en torno a la enmienda parlamentaria que suprime la obligación de especficar la categoría del animal en la etiqueta de la carne. Para el comisario de Agricultura, Franz Fischler, la inclusión de la categoría es un derecho ineludible de los consumidores, mientras que para el pleno parlamentario no es más que un engorro y un coste adicional para ganaderos e industrias cárnicas, que sólo consigue inducir a confusión al consumidor.
Por su parte, la Oficina Europea de Consumidores (BEUC, en sus siglas en inglés) ha manifestado su desacuerdo con la enmienda adoptada por el Paramento y denuncia que la no inclusión de la categoría en la etiqueta supone privar al ciudadano de una información fundamental a la hora de realizar la compra.
La renovación del etiquetado, prosigue el BEUC, es una medida necesaria, especialmente después de la crisis de las "vacas locas", pero siempre y cuando se incluya en la etiqueta el origen, la categoría y el tipo de animal con el que se ha elaborado el producto, datos que, según la oficina, son fundamentales para realizar una compra con conociminto de causa.
(SERVIMEDIA)
17 Jul 2000
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