El ministro reconoció que su discapacidad le hace difícil saber si su interlocutor está molesto o disgustado, defendiéndose así de las críticas con respecto a sus modales secos y bruscos.

Según Blunkett, con frecuencia las reacciones de los demás le permiten discernir si le aprecian o no, pero reconoció que en ocasiones sus conjeturas eran erróneas.

"No ver la cara puede convertirte en juez más justo, ya que muchas personas, de forma natural o través de elementos artificiales, como el maquillaje y la forma de vestir, pueden tener un atractivo engañoso", dijo Blunkett.

El responsable de Empleo británico desestimó la posibilidad de ser elegido primer ministro, porque en su opinión, los británicos considerarían como un riesgo tener un gobernante ciego.

El Ministerio de Empleo británico ya ha emitido un comunicado en el que informa de que su titular no tenía intención de que este material fuera publicado, ya que la entrevista fue concedida como un favor a un alumno de periodismo para un trabajo relacionado con sus estudios.