En rueda de prensa, tras la conferencia sobre la sanidad española en la universidad salmantina, Griñán aseguró, coincidiendo con el juicio de la Audiencia de Zaragoza en el caso del acelerador lineal, que donde va a hablar la justicia no debe hablar nadie, pero que está seguro que todos los aceleradores existentes en nuestro país tienen una garantía total, porque pasan periódicamente oportunas comprobaciones técnicas.

El titular de sanidad defendió, asimismo, el "medicaentazo", que contribuirá a lograr mayor transparencia, dijo, en el mercado farmacéutico español, cuya prestación, sólo en 1992, se ha elevado a 700.000 millones de pesetas.

Por último, el ministro aseguró que él siempre abogará por una línea de diálogo permanente con los responsables del área de sanidad de todas las comunidades autónomas, incluso con las que todavía no tienen las competencias sanitarias, como es el caso de Castilla y León.