LA MINISTRA DE CULTURA AFIRMA LA IGUALDAD DE TODAS LAS CULTURAS, QUE NO PUEDEN SER TRATADAS COMO MERCANCIAS
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, afirmó hoy que "todas las culturas tienen igual valor" y no puede permitirse la hegemonía de un único modelo cultural, pues "los bienes culturales no pueden ser tratados como meras mercancías".
En la reunión de 71 países a favor de la diversidad cultural que este fin de semana tuvo lugar en Madrid, se ha firmado un documento que ahonda en lo expuesto en el borrador que 130 países elaboraron en París el pasado mes de marzo.
En ambas reuniones el objetivo fue facilitar que la Conferencia General de la UNESCO llegue a un acuerdo para la aprobación de la "Convención sobre protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales" el próximo mes de octubre.
Promovida por los ministros de Cultura de España, Brasil (Gilberto Gil) y Francia, (Renaud Donnedieu de Vabres, representado en la rueda de prensa celebrada tras la firma por el embajador francés en España, Claude Blanchemaison), en la reunión se destacó el protagonismo que la cultura tiene en la actualidad en la política y en la economía internacional.
En este sentido, "los bienes culturales han de considerarse como una producción dual: una fuente de riqueza que forma parte del mercado y, a la vez, el conjunto de valores y de la libertad de expresión de los pueblos", explicó Carmen Calvo. "Por ello es necesario que tenga una regularización especial, y por ello esperamos que la Convención de la UNESCO dote de instrumentos jurídicos que defiendan la pluralidad cultural".
OPOSICION DE EEUU, AUSTRALIA E ISRAEL
Sobre el desacuerdo de importantes potencia a la hora de firmar el documento, los ministros hicieron hincapié en que el objetivo de esta reunión "no era el de debatir las objeciones de algunos países que tendrá que revisar la UNESCO, sino el de apoyar a esta institución y promover la reflexión" para que en octubre haya más países que se impliquen en la Convención.
Sin embargo, se aludió al hecho de que Estados Unidos, Australia e Israel han puesto dificultades al documento, y Japón tampoco está de acuerdo con algunos "aspectos menores".
El ministro brasileño explicó que "lo que se pretende es fomentar la diversidad cultural y valorar el potencial de los pequeños países". Un poder que no es económico, pero sí un poder humano, dada la ingente población de Brasil o Indonesia.
La ministra recalcó también que "la convención no es un freno a la libertad del mercado, sino que se trata de todo lo contrario". La meta, añadió "es que todos sean tratados con equidad desde fuerzas desiguales".
Además, resaltó la importante presencia de países africanos y asiáticos, entre los que distinguió especialmente la de Irak.
Respecto a la ausencia de países europeos como Alemania o Gran Bretaña, dijo que "la Unión Europea actúa como una sola voz".
A través de este Convenio la UNESCO pretende, tomando como fundamento el respeto a los derechos humanos y a las libertades básicas, resaltar el papel de la cultura como factor de empleo, desarrollo económico y desarrollo sostenible, reconocer el derecho soberano de los poderes públicos de establecer políticas culturales que fomenten la diversidad cultural y sentar el principio de igualdad de todas las culturas, pues todas son parte del patrimonio común de la humanidad.
La dotación de esta Convención de rango jurídico fue destacado como un punto primordial para que sea posible la aplicación práctica de los principios que recoge.
(SERVIMEDIA)
12 Jun 2005
C