EL MINISTERIO DE ECONOMIA CREE QUE LOS SALARIOS TAMPOCO DEBEN CRECER EL AÑO QUE VIENE MAS QUE EL IPC

MADRID
SERVIMEDIA

El Ministerio de Economía cree que los salarios deben mantener en 1996 la tónica de moderación de los dos últimos años y no crecer más que los precios, a fin de preservar el crecimiento del empleo y no poner en peligro la inflación, según informaron a Servimedia fuentes del departamento que dirige Pedro Solbes.

Los responsables del Ministerio de Economía piensan que s preciso tener en cuenta, por encima de otras consideraciones, que la economía española arrastra todavía un paro de casi el 24 por ciento de la población activa y hay que evitar por todos los medios "tirar los fundamentos de la expansión".

El Ministerio de Economía cifra en torno a un 3,5 por cien la subida salarial de 1995 y reconoce que las actuales tensiones inflacionistas no tienen nada que ver con los salarios, reiteradamente culpabilizados en otros ejercicios.

Sin embargo, los sindicatos,su juicio, deberían "reflexionar" antes de cambiar su política en la negociación colectiva, y darse cuenta de que "la moderación salarial que ha habido estos dos años ha sido positiva, en primer lugar en el empleo, que es lo más nos debe preocupar en este país, y también en la inflación".

Por ello, el Ministerio de Economía baraja como planteamiento salarial para 1996 el mantenimiento del poder adquisitivo "y que el aumento de la renta de las familias y del consumo venga por el incremento del empleo,algo que debería apoyar cualquiera que se dé cuenta de la situación de la economía española".

DEFICIT PUBLICO

Por otra parte, los Presupuestos del Estado que prepara el Gobierno para 1996 pretenden cumplir el objetivo de situar el déficit conjunto de las administraciones públicas en el 4,4 por ciento del PIB mediante la privatización de empresas (700.000 millones de pesetas entre 1995 y 1996), la reducción de las subvenciones a sociedades mercantiles y la revisión de los beneficios fiscales, principlmente.

La idea del Gobierno es preservar los gastos sociales básicos, como la sanidad, aunque incluso ésta última tendrá que respetar el tope fijado, que consiste en que crecerán lo mismo que el PIB.

Las pensiones y los funcionarios no serán en esta ocasión puntos conflictivos, ya que para ambos capítulos hay acuerdos firmados que determinan de antemano cuáles serán sus subidas (la inflación pasada para las primeras y el objetivo de inflación para los segundos).

(SERVIMEDIA)
05 Jun 1995
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