A partir de su apertura, coincidiendo con la capitalidad cultural europea de Madrid, el Teatro Real volverá a ofrecer los espectáculos para lo que fue originalmente diseñado, lo que no ocurría desde 1925.

Los términos del acuerdo suscrito establecen la creación de una sociedad anónima para dirigir el teatro, que contará con un capital social de diez millones de pesetas y en la que participarán los tres organismos.

La distribución del capital social prevé que la Administración del Estado participará con un 60 por ciento, el Gobierno regional con un 25 y el ayuntamiento con un 15.

La sociedad de gestión tendrá un consejo de administación formado por un máximo de veinte miembros, nombrados por las tres administraciones firmantes en proporción a su respectivo porcentaje de participación.

El convenio de gestión, programación y ejecución de las actividades musicales, líricas y coreográficas del Teatro Real se extiende al Teatro Lírico Nacional de "La Zarzuela" y contempla la explotación de cualquier derecho de propiedad intelectual que se derive de los eventos organizados en ambos recintos.

Por último, el documento señala que ls partes acordarán el marco financiero de funcionamiento, atendiendo a la obtención de recursos ajenos y la gestión de los recursos propios.

El nuevo Teatro Real contará en su nueva etapa con los últimos adelantos en técnica acústica y pondrá a Madrid, según se expone en el texto del convenio, a la altura de las principales capitales y ciudades del mundo que albergan teatros líricos.