En total, unas 5.000 personas se manifestaron por las calles de la capital, mientras otras 30.000 detuvieron su actividad en León, 9.000 de ellas mineros.

Los mineros llegaron a Madrid en 70 autocares que fueron aparcados en las inmediaciones del Estadio Santiago Bernabéu, y sus representantes sindicales consiguieron el permiso de la Delegación del Gobierno en Madrid para que la marcha hacia el Ministerio de Industria, objetivo de la protesta, circulara por dos carriles de la Castellaa.

Un amplio dispositivo policial vigiló en todo momento el recorrido de los manifestantes, que portaban pancartas en las que podían leerse mensajes como "El carbón es el futuro". Lanzaron petardos y cohetes y entonaron el himno de los mineros, "Santa Bárbara Bendita".

Mientras tanto, el paro general en el Alto Bierzo fue calificado como "éxito total" por los sindicatos, al conseguirse la paralización de la actividad comercial y laboral, que fue secundada por la práctica totalidad de empresas.

También apoyaron la huelga general los 4.000 alumnos de los centros escolares de la comarca y los 5.000 estudiantes de enseñanzas medias de los cinco institutos de Ponferrada, la capital del Bierzo.