El cierre de la entrada a la central, llevado a cabo por un centenar de mineros, forma parte de las nueas movilizaciones planteadas por los sindicatos para esta semana, mientras que los mineros encerrados en el pozo Mariángela cumplen ya 12 de protesta.

La continuidad de las movilizaciones fue anunciada ya por los representantes de los trabajadores durante la jornada de huelga general que secundaron en el Bierzo Alto unos 3.000 trabajadores.

La empresa Virgilio Riesco tiene unos 150 trabajadores, a los que no se les ha abonado su sueldo a causa de un embargo de la Seguridad Social y al proceso de eordenación que afecta a toda la minería de la zona.

Por su parte, los conductores de estos caminones a los que se les impidió la entrada a la central térmica se mostraron contrariados con la situación y, aunque reconocieron el derecho de los mineros a reclamar su dinero, subrayaron que "a final de mes ellos tendrán que darnos de comer a nosotros".