Las minas antipersonales provocan, según la asociación ecologista, 1.400 muertes y 780 mutilaciones cada mes, fundamentalmente entre la población civil. El precio de la mina más barata es tan sólo de 250 pesetas, mientras que neutralizarla, asegura Aedenat, cuesta entre 35.000 y 120.000 pesetas.

Los ecologistas de esta asociación cifran en más e 110 millones las minas esparcidas por 64 países, y puntualizan que en Camboya y Angola hay más minas que habitantes. En el caso de Camboya, las minas han causado en tres años sin confrontación más víctimas que 15 años de guerra civil.

Mediante un comunicado, Aedenat pone como ejemplos la destrucción, por parte de Bélgica, de todo su arsenal de minas antipersonas, y la legislación de Francia en este sentido, "en la misma línea de la proposición No de Ley aprobada por el Parlamento español el pasado ms de febrero".

En opinión de Aedenat, "el Gobierno francés entendió que no es necesario esperar a que todos los países prohíban tales armas, sino que cuantos más los prohíban, más fácil será presionar al resto", y añade que "el Gobierno español debe entenderlo así y legislar de forma inmediata una ley para la prohibición total de fabricar cualquier tipo de mina y componente".

La asociación ecologista asegura que las minas a retirar por el Gobierno español, que se encuentran localizadas en las zons estratégicas de Ceuta y Melilla, pueden ser limpiadas en menos de siete años, sin que para ello sea necesario el uso de métodos que afecten gravemente al suelo.

"Nunca son problemas ambientales los que impiden al Estado español el trazado de una nueva infraestructura o la sustitución de una tecnología por otra y mucho menos al Ministerio de Defensa", concluye el comunicado de Aedenat.