En un comunicado, los agricultores achacan este suceso, que podría acarrear pérdidas en el sector de más de 50.000 millones de pesetas, al exceso de producción que ha saturado los mercados y hace casi imposible vender el producto, lo que convertirá la campaña 1999-2000 en la peor de los últimos 40 años.

Asaja denuncia la falta de control en la producción y también la rebaja en la calidad de las exportaciones que ha provocado la caída en la demnda por parte de los consumidores de la UE, el mercado más importante, al encontrarse naranjas en mal estado de maduración y con exceso de pepitas.

Finalmente, Asaja denuncia la pasividad de las autoridades para controlar este mercado y también para frenar la entrada masiva de zumos de procedencia exterior, principalmente de Brasil, que cierran un parte del mercado a los cítricos españoles.