UN MILLAR DE RECLUSOS INICIO LOS TRATAMIENTOS DE DESINTOXICACION EN LAS CARCELES ANDALUZAS DURANTE 1992

MALAGA
SERVIMEDIA

Un total de 1.122 reclusos de los once centros penitenciarios de la comunidad autonóma andaluza inciaron el año pasado tratamientos de desintoxicación y deshabituación de las drogas, según recoge la memoria de 1992 de la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía.

Estos programas de desintoxicacón y deshabituación de las drogas comenzaron a aplicarse en las cárceles andaluzas al comprobar que el 55% de los consumidores de drogas ilegales habían sido detenidos, juzgados o condenados en más de una ocasión.

De este grupo de población, el 44'5% son consumidores de drogas por vía intravenosa. Los reclusos que no se acogían a los programas de rehabilitación física tienen, según la Consejería de Asuntos Sociales, mayores problemas de adaptación social una vez recuperada la libertad.

Los presosen la cárcel de Cádiz fueron los que mejor aceptaron el incio de los tratamientos, sometiéndose a ellos un total de 388 reclusos. En las cárceles de Sevilla fueron 246 drogodependientes los que se iniciaron en el programa.

Los reclusos de la provincia de Málaga, con 149 casos, Huelva, con 113 y Córdoba con 102 se sitúan en un lugar intermedio de aceptación, mientras que los de Granada, con 61 inicios, Jaén, con 57 y Almería, con 36, son las poblaciones penitenciarias que en menor medida han utilizado stos servicios de la Junta de Andalucía.

Estos programas de atención a presos drogodependientes fueron puestos en marcha en Andalucía en 1989, y desde entonces la Junta de Andalucía ha invertido en los procesos de rehabilitación más de doscientos veintiocho millones de pesetas.

La atención a los reclusos es prestada por los Grupos de Atención al Drogodependiente, que en número de diez, integrados por veintiuna personas, atienden los once centros penitenciaros existentes en Andalucía.

Las funiones de estos grupos son las de ofrecer atención sanitaria y social a los reclusos drogodependientes, favorecer su rehabilitación y reinserción, facilitar el acceso a los recursos extra penitenciarios y dotar a los funcionarios de prisiones de los conocimientos necesarios para afrontar el problema de la drogodependencias, dado su constante trato con este tipo de reclusos.

(SERVIMEDIA)
12 Ago 1993
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