La capilla ardiente fue instalada al filo de las nueve de la noche de ayer, en el colegio de EGB Nuestro Padre Jesús, cercano al hogar familiar y en el que el infortunado casco azul español se formó como alumno.

Un desfile constante de vecinos del pueblo, compañeros del Tercio lejandro Farnesio de la Legión, con base en Ronda, así como personalidades civiles de la localidad velaron el féretro e hicieron compañía a los desconsolados familiares.

Por expreso deseo de la familia, el acto religioso estuvo caracterizado por la intimidad, sin que, y a pesar de la presencia de militares, tuviera características castrenses.

A primera hora de la mañana, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, cumplimentó a los familiares en la capilla ardiente. Chaves, que hoy tiee una apretada agenda de trabajo, no quiso dejar pasar la oportunidad de mostrar su solidaridad y la del Gobierno autónomo a los allegados.

"La muerte de este andaluz significa el sacrificio de tantos andaluces por conseguir la paz y comprometerse en tareas humanitarias en un territorio que no es el español", dijo el presidente tras visitar la capilla ardiente.

Manuel Chaves admitió como posible la retirada de las fuerzas españolas de la ex república yugoslava, si bien apuntó que "no debe ser unadecisión unilateral", señalando a Naciones Unidas como el foro que ha de asumir dicha responsabilidad.

Más de treinta coronas de flores portadas por los amigos del fallecido y compañeros del Tercio legionario, precedieron la comitiva fúnebre, a la que asistieron, entre otras personalidades, el gobernador civil de Málaga, Francisco Rodríguez Caracuel, y el gobernador militar de la provincia, el general Rafael Reig de la Vega.

El féretro fue portado por ocho legionarios pertenecientes a la Bandera e Operaciones Especiales del acuartelamiento rondeño. Una vez en el templo de Nuestro Padre Jesús, el capellán castrense del Tercio Alejandro Farnesio, Francisco Delgado, recordó la valía humana de Francisco Jiménez, "Paco" para los vecinos de este humilde barrio rondeño.

Tras la misa, una compañía de legionarios y soldados de Infantería con base en Ronda rindieron homenaje a su compañero, y tras un sentimental toque de oración con corneta, el batallón entonó la canción legionaria "El novio de la muere", lo que se convirtió en el momento más emotivo de las honras.

Los allegados a Francisco Jiménez Jurado ensalzaron durante las honras su disposición humana, ya que se reenganchó en la Legión expresamente para ir voluntario a Bosnia-Herzegobina.