El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, visitó ayer sábado a las tropas españolas desplegadas por el Líbano dentro de la misión UNIFIL de Naciones Unidas, y conoció de primera mano la "rapidez y eficacia" con la que trabajan los militares españoles tal y como él mismo definió.

La base "Miguel de Cervantes", cerca a la localidad de Marjayún, tendrá una extensión total de 200.000 metros cuadrados para acoger en sus instalaciones a un 1.200 militares.

De ellos, 1.100 son los efectivos desplegados por España para la UNIFIL, y los 100 restantes serán miembros de los otros ejércitos que formarán la Brigada Multinacional, y que constituirán el Cuartel General de la misma.

En primer lugar, cuando llegaron los primeros militares españoles a Marjayún el 27 de octubre, allanaron el terreno, que era un zona de campo con arbustos y olivos, para ir instalando las primeras necesidades para el futuro asentamiento.

Tras colocar las tiendas individuales de campaña donde duermen los militares, las duchas y los generadores de luz, así como algunas necesidades básicas, sólo restaba por construir la cocina y el comedor que ya quedaron listos para que hoy se pongan en funcionamiento.

Dentro de dos meses y medios, según explicaron altos cargos militares, la base "Miguel de Cervantes" estará totalmente lista para albergar a los 1.200 militares.

Antes de ese plazo, para primeros de noviembre, la base estará preparada con medidas provisionales para cuando la Legión llegue a Líbano y consituya el contingente español final de 1.100 efectivos, tras relevar a los infantes de Marina y a las unidades que están preparando el campamento.