La fragata, que se encontraba a 78 millas náuticas de la zona, recibió un aviso del mando de la Operación Atalanta en el que advertía del ataque que se estaba produciendo por parte de una embarcación pirata al mercante "Pro Alliance".

El helicóptero SH-60 de la "Victoria" partió de inmediato a la zona para localizar al esquife pirata, estableciendo contacto con una embarcación que coincidía con la descripción dada por el mando de la Operación.

La aeronave española conminó al esquife a detener su marcha para proceder a su inspección, pero ante la negativa de la embarcación, se vio obligado a realizar disparos de advertencia, tras los cuales éste se detuvo. El helicóptero de la 10ª Escuadrilla de aeronaves permaneció en zona hasta la llegada de la "Victoria", dos horas y cuarenta y cinco minutos después.

Cuando la fragata llegó a la zona, envió a la unidad de Infantería de Marina embarcada para proceder a la inspección de la embarcación sospechosa de piratería. Durante el registro se observó el comportamiento extraño de los miembros de la dotación, que decían ser refugiados somalíes con destino a Yemen, si bien seguían un rumbo opuesto al necesario para llegar a ese país.

El grupo de inspección de la fragata se percató igualmente de la existencia de gran número de bidones de gasolina y de la ausencia tanto de artes de pesca como de redes. A pesar de que los indicios apuntaban a que dicha embarcación era la autora del intento de abordaje al mercante, una vez finalizada la inspección, no se encontraron armas ni evidencias de labores ilícitas, por lo que la fragata española permitió que el esquife continuara su marcha.