Según informó el Ministerio de Defensa en un comunicado, las militares formaron una cadena humana con las representantes afganas para embarcar la dotación, compuesta por cajas de ropa, material de aseo personal y comida, en un camión de mercancías.

Una vez finalizado el trabajo, las participantes recuperaron fuerzas con un tentempié, al que siguió una ronda de preguntas en la que las mujeres occidentales expresaron su curiosidad por la situación social actual de la mujer en este país, sus posibilidades en cuanto al acceso a la cultura y el siempre difícil equilibrio entre la progresiva occidentalización de Afganistán y su tradición histórica, cultural y religiosa.

El material donado, procedente de Italia, está compuesto por 300 cajas de ropa y zapatos; 50 estufas; 60 cajas con material de aseo personal; 50 mantas y 6 cajas de comida con alimentos de primera necesidad, como pasta, arroz o tomates.

Al acto asistieron 37 militares españolas (el 7 por ciento del contingente español en Herat), 40 italianas (2 por ciento) y 5 eslovenas (3 por ciento).

Según datos oficiales, el 85 por ciento de las mujeres en esta región afgana son analfabetas, aunque se estima que esta cifra podría llegar al 95 por ciento.

En Herat, las tres principales comunidades son, por orden de importancia, la de los tajikos (que aún utilizan burka), los chiítas y los pashtunes. De éstas, sólo la chiíta permite que las mujeres trabajen y es la única en la que se está produciendo una concienzuda lucha en la defensa de los derechos de la mujer.

Sin embargo, en la región de Herat el porcentaje de mujeres trabajadoras es aún mínimo, por no decir inexistente. No obstante, en los últimos años el interés por la formación cultural y el acceso a los estudios ha aumentado entre el colectivo femenino. Así, de las 85.000 personas que cursaron estudios en los últimos años, el 85 por ciento eran mujeres.