El dirigente socialista, en rueda de prensa en el Congreso, fundamentó su petición en los problemas que se originarán en el Ejército durante los próximos años, hasta el 2003, teniendo en cuenta la evolución al alza de las cifras de objeción de conciencia y prórrogas solicitadas, entre otras.

Asimismo, el portavoz socialista, que apeló a la lógica iniciada por el Gobierno de profesionalizar en un plazo decidido la FAS para exigir que el proceso sea lo más corto posible, reiteró que el Ejecutivo se ha precipitado, en connivencia con CiU, en su anuncio de suprimir el servicio militar obligatorio sin que se hubieran reunido las condiciones suficientes.

En este sentido, señaló la experiencia de otros países que encaminaron la recta final de sus respectivos ejércitos partiendo de un porcentaje de profesionalización igual o superior al 50 por ciento, cuando en España dicha tasa está establecida aún en el 33 por cieno. Añadió que la situación económica en España no es la adecuada para desarrollar adecuadamente esta iniciativa.

Por otra parte, manifestó su preocupación por la situación que pueda generarse cuando los jueces que tengan que enjuiciar casos de insumisión deban emitir una resolución a las puertas de que dicho delito deje de ser punible por la supresión del servicio militar obligatorio.