En declaraciones a Servimedia, Moya insistió en pedir la plena profesionalización de las Fuerzas Armadas para el año 2000, puesto que el 2002, fecha propuesta por los populares para culminar este proceso, se le antoja demasiado lejano. Además, se mostró partidario de "adelantar" el final de la "mili", que, a su juicio, se podría suprimir, aunque el modelo de las nuevas Fuerzas Afmadas no se hubiera concretado.

Asimismo, instó al Ministerio de Defensa a que determine cuál será el coste definitivo de la profesionalización del Ejército, y a que no "revisen cada día" la cantidad presupuestaria que el Estado tendrá que invertir en este proceso.

El portavoz socialista estima que el departamento dirigido por Eduardo Serra debe hace un "esfuerzo" para alcanzar un acuerdo con la oposición sobre el modelo y el presupuesto del futuro ejército profesional, que, a su modo de ver, debería estar compuesto por unos 140.000 miembros.