La marcha, que contó, según los organizadores, con una asistencia de unos 25.000 policías, partió al mediodía de la glorieta de Rubén Darío y desembocó, pasadas las 14.00 horas, en la Plaza de Colón. La manifestación estaba encabezada por las pancartas "Policía y Guardia Civil, Dignidad económica y profesional" y "¡Dignidad profesional-Equiparación ya!".

Entre los miles de agentes no había, en este caso, muchos guardias civiles, después de que sus dos asociaciones mayoritarias -AUGC y UGC- explicaran que apoyaban la convocatoria, pero se desvincularan de su organización. Estas asociaciones de la Benemérita sí tomaron parte activa, sin embargo, en la marcha celebrada el pasado 18 de octubre.

Durante el trayecto de la manifestación, los congregados portaron pancartas con lemas como "Policía en conflicto"; "Rubalcaba: y a mí que me importa"; o "Velázquez, el gran dictador", en referencia al director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez. Los asistentes también corearon gritos como "Rubalcaba, dimisión", "Rubalcaba, la Policía no te traga" o "Zapatero, embustero".

PROMESA "VERIFICABLE"

El manifiesto final de la marcha fue leído por la líder de UPyD, Rosa Díez, quien fue recibida por los policías en la Plaza de Colón al grito de "presidenta, presidenta". La diputada agradeció, en primer lugar, a los agentes que la hubieran escogido para leer el manifiesto, algo que dijo que consideraba un "honor".

En este sentido, el texto final de la marcha aludía a que el Gobierno "se ha olvidado" de los policías, quienes, a pesar de hacer un trabajo de "riesgo", son "castigados con el salario más bajo de todos los que perciben los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad".

El manifiesto reprochaba al Ejecutivo que prometiera a los policías "dignificar" sus sueldos en momentos de bonanza económica y ahora esgrima la crisis económica para sostener que este aumento no se puede llevar a cabo.

Sin embargo, los sindicatos policiales denunciaron que esta falta de recursos no afecta a instituciones o colectivos como la Generalitat, a la que el Estado ha transferido este año dinero que equivale al salario de 25.000 policías. El manifiesto también criticaba que el cine español vaya a recibir en 2009 una partida presupuestaria que representa el salario de 3.500 agentes.

Asimismo, el texto final de la marcha se refería a que, aunque la profesionalidad de la Policía Nacional no se resentirá, si reclaman al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "más respeto y una apuesta real, inmediata y verificable" a favor de este cuerpo de seguridad.

En este sentido, SUP, CEP, SPP y UFP concluyeron en su manifiesto que apuestan por una "Policía de primera, con unos sueldos dignos, con los medios necesarios para ser eficaces y, por supuesto, con los derechos laborales exigibles en cualquier Estado de Derecho".

Los sindicatos pidieron, por último, un cambio de "rumbo" a Rubalcaba, de manera que acepte el "respeto profesional" y la "justicia salarial" de los policías.