En la cabecera de la manifestación estaba el presidente de la Alianza, José María Medina, en representación de las más de 1.000 organizaciones sociales que integran la Alianza en 40 ciudades españolas, donde han discurrido otras tantas marchas solidarias.

Junto a Medina estaban Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la Unesco; el secretario general de UGT, Cándido Méndez; la secretaria ejecutiva de Política Social y Bienestar del Partido Popular, Ana Pastor, y el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, entre otros políticos y representantes de ONG.

Mayor Zaragoza afirmó que "tenemos que procurar unir voluntades, desde todos los ángulos, desde toda la ciudadanía, para que el escándalo de la pobreza se termine".

"Yo muchas veces lo pienso ¿Cómo puede uno dormirse plácidamente sabiendo que este día habrán muerto como mínimo 60.000 personas de hambre? Es un genocidio silencioso, es un genocidio de desamor, de insolidaridad, y eso se tiene que terminar", señaló Mayor Zaragoza.

El profesor añadió que "se han hecho todos los planes. Que no me digan a mí, yo al menos recuerdo que hace ya 22 años que proponíamos planes para que la pobreza pudiera superarse. Bueno, pues ahora llega el momento de la acción".

En ese sentido va encaminado el manifiesto leído en la Puerta del Sol ante los manifestantes. Dirigido "a nuestro Gobierno, a nuestro Parlamento, a todos los partidos políticos", el manifiesto exige nueve puntos.

0,7% En primer lugar, que la ayuda oficial al desarrollo se eleve al 0,7% de la renta nacional bruta (el Ejecutivo español pretende alcanzar el 0,5% en 2008).

Los manifestantes exigen que se creen impuestos globales para financiar el desarrollo que graven la especulación financiera y los crecientes beneficios de las empresas transnacionales.

Asimismo, que se combatan los paraísos fiscales, se abola la deuda externa de los países subdesarrollados, se reforme el sistema de créditos al desarrollo. En este aspecto, "la Ley de Deuda que se está tramitando en el Congreso es claramente insuficiente", dice el manifiesto.

También reivindica nuevas normas del comercio internacional que acaben con las subvenciones de los productos de los países ricos; el fomento del empleo digno y la igualdad entre hombres y mujeres; que se detengan las privatizaciones de servicios públicos para asegurar a los ciudadanos el acceso al agua potable, a la educación y la atención sanitaria.

Asimismo, el manifiesto exige más protección para los emigrantes y el derecho a la libre circulación de toda persona.

"La pobreza es cosa de todos, nadie es dueño de la riqueza del mundo. Hoy más que nunca, con todos y todas, pobreza cero", concluye el manifiesto.