La procesión fue más numerosa que en otras ocasiones, debido a la presencia de las más de 10.000 personas que se encuentran en la capital andaluza participando en el congreso, que comenzó el pasado lunes.

El paso, qu recorrió las principales calles de Sevilla, estuvo presidido por el legado pontificio en el Congreso Eucarístico, Nicolás de Jesús, que estuvo acompañado de numeroso cardenales, arzobispos y otras autoridades civiles y militares.

El Congreso Eucarístico celebró hoy, en su cuarta jornada, la gran vigilia de la solidaridad, que tuvo lugar en el Palacio de los Deportes de Sevilla.

Este acto estaba previsto que fuera presidido por la madre Teresa de Calcuta, quien al final no ha podido asistir por poblemas de salud. La religiosa está internada en un hospital de Londres, donde guarda reposo tras haber sufrido la fractura de varias costillas, aunque su estado no reviste gravedad.

En la vigilia, un acto de oración en el que se pidió a Dios el don de la solidaridad, tampoco pudo estar, como estaba previsto en un principio, el padre Bernardo Blanco, misionero español que fue secuestrado en Filipinas, que estaba aquejado de una afección gástrica.

En la ceremonia intervinieron varios miembros del Proyecto Hombre", destinado a la reinserción de toxicómanos, y que están dentro de la obra social de este congreso.

En la jornada de hoy también participó el presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Elías Yanes, quien ofició una misa en el Cerro del Sagrado Corazón.

El XLV Congreso Eucarístico será clausurado por el Papa Juan Pablo II, que llegará a Sevilla el próximo sábado y presidirá el domingo la misa de "Statio Orbis".