El féretro con los restos mortales de Severo Ochoa fue recibido en la plaza Alfonso X el Sabio de Luarca con un emocionado aplauso. Una comitiv presidida por el presidente asturiano y el alcalde de Valdés, Jesús Landeira, llegó al centro de la plaza, donde se colocó el féretro, que había sido cubierto con la bandera de Asturias, mientras una música de gaita sonaba de fondo.

Durante su intervención, el presidente del Principado dijo de Severo Ochoa que "ha muerto un hombre extraordinario, pero los hombres de su talla humana y científica dejan huella". Recordó que son sus discípulos los que deben continuar con las labores de investigación sobr el origen de la vida que inició el científico.

Agregó que Ochoa fue "generoso, fiel amigo y se consideró asturiano por encima de caulquier cosa. Asturias fue el centro de su corazón y lo único que dudo es si nosotros los asturianos podemos conformarnos con lo que le ofrecimos a él".

Trevín concluyó diciendo que "todos sabrán que bajo aquella losa está un hombre sabio, un hombre bueno, que al final de su vida está unido a lo que más amó, a una mujer, Carmen, y a una tierra, Asturias".

Al seplio, organizado por el Ayuntamiento de Valdés y el Principado, asistieron también el presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, Plácido Arango; el director de Consejo de Investigaciones Científicas, José María Matos; el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago Gascón, y el secretario de Estado de Universidades, Elías Fereres.

Por su parte, Elías Fereres destacó en su intervención el esfuerzo del científico para encauzar la investigación española con sus descubrimientos.