Cerca de cien hermandades filiales de la hermandad matriz de Almonte se encuentran ya en el tradicional camino o están a punto de iniciar su recorrido.

Ahora, l principal preocupación de los romeros es el estado de muchos de los caminos de acceso al poblado rociero, ya que los fuertes temporales de los últimos meses los han dejado casi impracticables, al haberse convertido en auténticos barrizales.

El río Quema, por el que deben transitar millares de romeros, lleva en el centro del cauce más de dos metros de agua, por lo que Guardia Civil y Protección Civil, con la colaboración del Ejército, se han movilizado para construir puentes provisionales que facilite la marcha de las hermandades.

Unas 1.600 personas integran el Plan Romero-96, dispositivo asistencial y de seguridad que activan las administraciones para atender a los peregrinos que llegarán en los próximos días a El Rocío.

El momento cumbre de la romería será cuando, en la madrugada del domingo al lunes de Pentecostés, los almonteños salten la reja del santuario para sacar a hombros a su patrona, la Virgen del Rocío, que será procesionadea por la aldea.