El plazo se abrió en el mes de septiembre pero no ha sido hasta los últimos días cuando la afluencia de ecuatorianos se ha disparado. La causa, un rumor que se ha extendido por todo el país: el que no se inscriba para votar tendrá una multa de 300 euros.

El rumor de la multa ha provocado que si en el mes de septiembre del pasado año se empadronaban unas 50 personas al día, ahora se estén empadronando alrededor de 2.000 diarias.

El portavoz de la Asociación Hispano-Ecuatoriana "Rumiñahui", Raúl Jiménez, cargó, en declaraciones a Servimedia, contra quienes han difundido ese bulo. "Es gente desaprensiva que quiere sacar provecho de la situación y de la ingenuidad de las personas".

"No es obligatorio, no habrá multa. No hemos parado de decirlo, y también los funcionarios del consulado, pero ellos no se fían", lamentó Jiménez. "Quieren asegurarse de que no pagarán ninguna multa".

La realidad es que miles de ecuatorianos han pasado de nuevo la noche frente al Consulado en Madrid. "Son unas 2.000 personas las que esperan lograr inscribirse antes de que finalice el plazo a las doce de la noche de hoy". "Vienen con sus hijos, han pasado toda la noche en la calle, con frío y lluvia. Traen mantas y comida", explicó.

Como en otras ocasiones similares, hay quien saca provecho de la desconfianza y el desconocimiento de sus propios compatriotas. "Hay gente que está haciendo el negocio y aprovecha para vender cualquier cosa, desde fotocopias a un euro hasta comida. Otros les hacen creer que por un módico precio podrán hacer el trámite sin pasar por las largas colas", denunció el portavoz de Rumiñahui.

Para el responsable de esta ONG, toda esta situación ha puesto también de manifiesto "la desidia" del Tribunal Supremo Electoral a la hora de informar sobre las elecciones en el país. "Tenían una dotación de 1 millón de euros para hacer publicidad del proceso y aquí no ha llegado y los consulados y las organizaciones hemos tenido que asumir los problemas voluntariamente".

La asociación Rumiñahui defiende la importancia del voto en el extranjero. "Con el voto en el exterior se puede castigar a los políticos corruptos y cambiar la situación política del Ecuador", aseveró Jiménez.

Por ello consideró que "es una lástima" que los ecuatorianos se hayan lanzado a la calle para inscribirse en un proceso no por la ganas de participar en las elecciones sino por el miedo a una multa. "Es una pena", concluyó.