La movilización fue convocada por la plataforma en Defensa delMiño y sirvió para pedir un saneamiento integral del río. La manifestación concluyó en el ayuntamiento.

En el ayuntamiento, los manifestantes que participaron en la marcha colocaron en el suelo botellas de agua mineral vacía en señal de protesta. Un portavoz explicó que se trataba de un símbolo "de las muchas botellas de agua que los lucenses tienen que comprar porque no se atreven a beber la de la traída".

La concentración contó con el respaldo de los partidos políticos, a excepción del Partido opular, sindicatos y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lugo. Se unieron también un grupo de vecinos de la localidad de Val de Neira porque consideran que el trazado de una autovía perjudicará gravemente a los ríos Neira y Furco.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Camilo Gómez Torres, leyó un comunicado al final de la protesta en el que decía que los últimos cuatro años conforman "una de las etapas más negativas y trágicas para Lugo".

Gómez Torres explicó que el auntamiento de la ciudad lleva dos años pagando a la Confederación Hidrográfica una multa de 10 millones de pesetas por verter al río más de 21.000 metros cúbicos de aguas residuales contaminadas.

También destacó que el río es ahora mismo "la cloaca de las industrias del ayuntamiento" y consideró que es imprescindible un plan de saneamiento integral para el Miño, para conseguir solucionar una situación "esperpéntica".