Sanz se ha convertido a primeras horas de esta tarde en Pamplona en el nuevo presidente de UPN, en sustitución de su histórico fundador, Jesús Aizpún, nombrado presidente de honor del partido.

El resultado de la votación, al igual que la de Rafael Gurrea, que repetirá en el cargo de secretario general, no ha supuesto una sorpresa, ya que eran los únicos candidatos a ambo puestos.

Por contra, la vicepresidencia ha recaído en el diputado José Cruz Pérez Lapazarán, que disputaba el puesto con el senador José Iribas. El primero ha obtenido 720 votos frente a los 598 de Iribas.

El segundo día del congreso regionalista ha estado destinado a las votaciones para la renovación de los 110 cargos directivos de UPN (unipersonales, Comité Ejecutivo, Consejo Político), a los que se han presentado un total de 260 candidatos entre la afiliación.

Tras conocerse el resultadode las elecciones, Miguel Sanz realizó el discurso de clausura en el que, como ocurriera ayer en los debates sobre la ponencia programática, se refirió fundamentalmente a la defensa de Navarra como comunidad diferenciada y a la posición centro humanista del partido con total rechazo a la violencia.

El nuevo presidente de UPN, tras agradecer los años de dedicación al partido de Jesús Aizpún, destacó que el futuro de Navarra siempre correponderá a los ciudadanos de esta comunidad, en la seguridad de que para lograrlo "debemos estar en el centro de las decisiones políticas", y pidió un esfuerzo a la afiliación para ampliar la actual mayoría parlamentaria.

Asimismo, agradeció a todos los presentes la capacidad de debate que UPN ha demostrado de cara a ese congreso, "conciliando acuerdos y sin radicalización de posturas".

Miguel Sanz tuvo unas palabras de recuerdo para con los dos secuestrados por ETA, a la que exigió su inmediata puesta en libertad. "Sólo si cesa definitivamente en su violencia, e encontrarán con un partido generoso que apoyaría una solución negociada", precisó Sanz.

Como consecuencia a esta postura, el nuevo presidente regionalista aseguró la alternativa propuesta por el PNV es "someterse al chantaje de ETA y UPN no lo va a consentir" y agregó que "este partido pide la negociación con ETA antes de que ésta abandone las armas".

Al final de su discurso, el presidente navarro mencionó al PP, formación con la que UPN está coaligada y de cuyas relaciones aseguró que pasan po "el respeto y la lealtad" y por "la colaboración fluida y necesaria".