Ante las críticas de los vecinos por este hecho, la organización reconoció hoy que la decisión de tirar las prendas fue "poco acertada". Testigos del hecho vieron cómo varias personas seleccionaban algunas prendas para llevárselas a sus casas.

José Luis Blázquez Canales, presidente de Cruz Roja en la ciudad, declaró hoy que las prendas que se tiraron no tenían ninguna utilidad y que eran sobrantes de las 30 toneladas que fueron recogidasen la ciudad.

Blázquez Canales, quien reconoció que tuvo parte de culpa en el asunto, manifestó que la Policía Local fue quien le indicó que podía abandonar las prendas en el vertedero incontrolado.

El responsable de la institución ha pedido que empleados de la concesionaria del servicio de limpiezas de Avila, FOCSA, y voluntarios de Cruz Roja vuelvan al vertedero, recojan la ropa que tiraron y la lleven al basurero de la ciudad.