Las mismas fuentes explicaron que la empresa ha comunicado que no entrará a discutir con los sindicatos el aumento salarial o la reducción de jornada hasta que no se hayan negociado aspectos como la reorganización del trabajo y un nuevo sistema de productividad. Esto ha sido acogido desfavorablemente por los representantes de los trabajadores.

Los sindicatos de Mercedes han decidido negociar convenios separados en cada centro de rabajo de la compañía automovilística, aunque las reivindicaciones generales son comunes. En concreto, piden un aumento salarial del IPC real más dos puntos, una reducción de la jornada laboral anual de 16 horas y la supresión de las horas extraordinarias.

La dirección de Mercedes ha mantenido ya reuniones para negociar el convenio con los comités de empresa de las factorías de Vitoria y de Barcelona, y en los próximos días lo hará con los de los centros de Madrid y de Azuqueca de Henares (Guadalajara.

Según las fuentes sindicales consultadas, en estas reuniones la empresa no ha concretado mucho sus propuestas, aunque ha dejado claro que su prioridad es negociar la reorganización del trabajo y un nuevo sistema de productividad que permita mejorar la productividad a través del trabajo en grupos, tiempos de trabajo más cortos y libertad para establecer los turnos necesarios, entre otros aspectos.

También ha propuesto a los sindicatos eliminar el plus de antigüedad en los nuevos contratos y conglarlo en los ya existentes, de manera que, además, en estos últimos pase a ser un plus de compensación personal sujeto a los mismos incrementos todos los años que el salario.

Las fuentes sindicales consultadas indicaron que la negociación del convenio colectivo de Mercedes para este año "no va a ser fácil", ya que "nuestro planteamiento general es que no haya retrocesos en aspectos sociales".