La dirección de Daimler-Benz ha optado al final por suspender las entregas del Clase A hasta febrero, cuando el nuevo coche se ofrecerá al mercado con modificaciones en la suspensión y la amortiguación, nuevos neumáticos y el sistema de control de la estabilidad (ESP).

El director de Relaciones Externas de Meredes Benz España, Enrique Aguirre de Cárcer, explicó hoy a Servimedia que la intención de la compañía, con esta decisión, es que "no sólo queremos estar en un segmento del mercado, sino ser los mejores en ese segmento. Queremos que este vehículo pase todo tipo de pruebas".

Según Aguirre de Cárcer, el problema del Clase A no afectará a los resultados económicos de la compañía en España, que este año espera volver a los números negros. Para Daimler-Benz, se estima que todo este asunto del Clase A puede ostar unos 100 millones de marcos (unos 9.000 millones de pesetas) en 1997 y unos 200 millones de marcos (18.000 millones de pesetas) en 1997.

Aguirre de Cárcer indicó que no temen que se produzcan muchas anulaciones de pedidos en España del Clase A. En la actualidad, hay unos 1.500-2.000 pedidos de este vehículo en nuestro país, según el portavoz de Mercedes, que explicó que desde que saltaron a la luz los fallos del nuevo modelo sólo se han producido 5 anulaciones de pedidos.

Además, tampoco cre que este asunto afecte a las ventas del nuevo coche a partir de febrero, cuando ya vengan corregidos de fábrica los fallos. "Vamos a ofrecer un vehículo con unas características mucho más innovadoras de lo que teníamos hasta ahora, y nuestra intención es hacérselo llegar bien a nuestro cliente potencial", aseguró.

Aguirre de Cárcer reconoció que este asunto del Clase A no ha beneficiado a la imagen de Mercedes, pero tampoco cree que la dañe. "Siempre se nos ha exigido más que a otras marcas, y ahoratenemos que medir muchísimo más toda nuestra actuación", indicó el portavoz de Mercedes, quien aseguró que "la situación está controlada".

Aguirre de Cárcer, que dejó claro que "Mercedes sigue apostando por el Clase A", cree que el problema surgido en torno a este coche no puede afectar a la imagen de la marca, porque "la reputación de calidad que tiene una marca como Mercedes Benz no se puede romper por una prueba que ni siquiera estaba homologada (el test del alce)".

En los casos del Clase A qu ya hayan sido vendidos en España, que, según Aguirre de Cárcer, son muy pocos, ya que la mayoría de los coches recibidos se han utilizado para pruebas y presentaciones en los concesionarios, la marca se pondrá en contacto con los clientes para hacerle todas las modificaciones previstas y le facilitará un coche si lo solicita mientras se repara el suyo.

La suspensión de las entregas del pequeño coche de Mercedes ha llevado a la compañía a paralizar la campaña publicitaria que la marca estaba emitiendoen España, porque "al no poder ofrecer producto para vender, no podemos mantenerla". También se han suspendido las pruebas que realizan los expertos del motor de la prensa.