De la Merced, que precedió en el uso de la palabra a José María Aznar en un mitin que la cúpula del PP celebró esta noche en San Sebastián de los Reyes (Madrid), leyó una intervención que llevaba escrita y en la que comenzó afirmando: "Estoy siendo víctima de un linchamiento moral, de una zafia y organizada agresión machista, por haber incurrido en la inoportunidad" de comparar el régimen de Franco con la etapa socialista.

Agregó que los socialistas han aprovechado un "juicio positivo de valor para e régimen anterior" con la única finalidad de descalificarla a ella y a su partido.

La concejala madrileña, constantemente animada por los asistentes al mitin en su primera intervención pública tras las polémicas declaraciones a "El País", dijo que quienes ponen en riesgo "la alegría de la reconciliación nacional de 1975" -en referencia a las alusiones al franquismo de los socialistas- no están legitimados para acusarla a ella de fascista.

Mercedes de la Merced arremetió contra un partido que ha hcho rutina de los "abusos, desviaciones de poder y corrupción" y para exculparse una vez más ante los militantes del partido y ante la opinión pública afirmó: "Cuanto sé de pasado, lo sé por los libros de historia. No tengo otra biografía que mis hechos, no tengo otro talante que el que habéis conocido y conocen los vecinos de Madrid".

Añadió que proviene de un partido, como UCD, que fue el que trajo las libertades a España y que fue el que permitió que "Felipe González dejase de llamarse 'Isidoro'". De la Merced dijo que es víctima de la "intimidación intelectual y la terrible violencia verbal del PSOE", pero advirtió acto seguido que nunca se ha sentido más acompañada que en estos momentos.

La concejala madrileña, entre los aplausos del público y gritos de "¡chorizo!", dijo que no permite que "Alfonso Guerra ni ninguno de sus mariachis" le llamen farsante.

"El hermano de Juan Guerra, el que ha sepultado a Montesquieu, el inquisidor dentro y fuera de su propio partido no tiene autoridad oral para llamarme a mí fascista. Han sido ellos los que han apoyado la 'ley Corcuera', la 'ley mordaza' que pretendía amordazar a los periodistas, los que han invadido el Parlamento y degradado Televisión Española, convirtiéndola en un infame aparato de propaganda", afirmó.

La número tres de la candidatura europea del PP concluyó su intervención, en medio del aplauso de los aproximadamente 4.000 militantes y simpatizantes que se dieron cita en la plaza de toros de San Sebastián de los Reyes, con la epresión: "Quiero llevar la cabeza bien alta".