Gallizo, acompañada del presidente de la Asociación de ex- Presos Sociales, Antoni Ruiz, descubrió una placa en la entrada de esta antigua cárcel, que ya lleva diez años en desuso, en reparación de la memoria de quienes fueron encarcelados por su condición homosexual.

En el discruso que tuvo lugar en el vestíbulo de la cárcel, Gallizo pidió que "esto no vuelva a suceder nunca más" y reclamó que "para la memoria y las generaciones futuras quede esta placa y este acto como testimonio del derecho a la libertad y a la diferencia".

En el acto, al que también asistieron varios representantes de asociaciones de gays y lesbianas así como de la FELGT (Federación Española de Lesbianas Gays y Transexuales) junto con antiguos presos de esta cárcel, Antoni Ruiz pidió que "no se olvidara la memoria de esta represión para que sirva de ejemplo para un futuro de libertad en la diversidad". Asimismo, estaba el presidente de honor de la Coordinadora Gay-Lesbiana de Cataluña, Jordi Petit.