Según dicho informe, en la próxima década el colectivo mayor de 85 años crecerá un 80%. A ello se une el éficit actual de 300.000 plazas en un mercado que cuenta con unas 200.000 camas, lo que ha atraído las inversiones de las inmobiliarias

Así, los proyectos de inversión de las principales inmobiliarias están orientándose a la construcción de residencias para mayores, uno de los nichos de mercado con mayor potencial de crecimiento junto a los centros comerciales y a las residencias de estudiantes, asegura Júbilo.

Según apunta el informe de Júbilo, para las inmobiliarias, el sector residencial para a tercera edad tiene grandes posibilidades, a diferencia del industrial o el de las oficinas, ya que son capaces de asumir la inversión de la construcción y después pueden llegar a acuerdos para la explotación de los centros.

Uno de los modelos que más se está prodigando es el de las alianzas entre promotora inmobiliaria y gestor residencial. Aunque todavía no hay datos recogidos en ningún estudio o informe, entre las principales inmobiliarias con presencia en el sector se encuentran Prasa, el Grupo Lr, Gerocentros del Mediterráneo, OHL, Vallehermoso, Metrovacesa, Grupo Monthisa, Fadesa o Urbaser.

Entre las fórmulas de negocio que las inmobiliarias están desarrollando, el más habitual consiste en convenios mediante los que la inmobiliaria arrienda el edificio a la gestora y puede llegar también a participar en la gestión; caso, por ejemplo, del Grupo Lar con Vallesol. Hay inmobiliarias que participan societariamente en empresas de gestión, como por ejemplo Vallehermoso en Euroresidencias.

Tamién existen promotoras que han creado su propia empresa para la gestión de residencias de tercera edad, como el Grupo Prasa con Sanyres. Otra modalidad es que la inmobiliaria construya y gestione su propia residencia sin contar con una empresa especializada en el sector; es el caso, por ejemplo, de Bani, o pequeñas inmobiliarias locales.