El dinero gastado por los fumadores de todo el mundo en la compra de tabaco aumentó un 5% en 1995 con relació a 1994, cuando se situó en 32,2 billones de pesetas. También creció el consumo de cigarrillos a lo largo y ancho del planeta, un 1,5%, hasta situarse en un total de más de cinco billones de cigarrillos.

La cifra de fumadores ha aumentado en todo el mundo, a pesar de las campañas contra el tabaco. Ello, según un informe difundido en la revista "Actualidad Tabaquera", se ha debido en buena parte al mayor número de mujeres que se han incorporado al hábito de fumar.

El consumo individual de cigarrilos varía en función del nivel adquisitivo de los distintos países. Así, se calcula que un fumador adulto de un país desarrollado consume en torno 20 cigarrillos diarios, cifra que se sitúa en unos 14 cigarrillos en los países en desarrollo.

No obstante, según los datos de World Tobacco, se espera que durante esta década el consumo de cigarrillos crezca más en los países en desarrollo, al aumentar las expectativas de vida de su población y el nivel de sus ingresos. Por sexos, sigue habiendo una mayoríade fumadores varones.

En concreto, en los países industrializados fuman algo más del 40% de los hombres y en los países en vías de desarrollo el 50%. No obstante, los expertos apuntan a que esta situación podría cambiar en los próximos años, ya que el número de fumadoras está aumentando en la mayoría de los países.

Los datos de World Tobacco reflejan que el consumo se ha estabilizado en 1995 en los países industrializados, mientras que en el resto del mundo ha aumentado. Por regiones, el mayor mecado de cigarrillos es el asiático, que acapara casi la mitad del consumo mundial, seguido del de la Europa del Este.

Según las últimas cifras por países, referidas a 1993, el país europeo que más cigarrillos consume es Alemania, con una cuota del 2,48% del consumo mundial, seguido de Polonia, Italia, Fancia y Reino Unido. España acapara un consumo del 1,53% respecto al conjunto del planeta.

El informe de "Actualidad Tabaquera" se refiere también al problema del contrabando de tabaco, y señala qu se calcula que en 1995 se consumieron 280.000 millones de cigarrillos ilegales, lo que supone un 5,1% de las ventas mundiales totales de ese año y un aumento con respecto a las cifras de 1994.

Añade que los más perjudicados por este problema son los gobiernos de los distintos países, que dejan de ingresar cada año en torno a 1,3 billones de pesetas. Sin embargo, indica que para las empresas tabaqueras el contrabando mundial les permite introducir algunas marcas en mercados cerrados a las importacione en los que existe una gran demanda de estos cigarrillos.