Pese a esta ralentización, la facturación total del sector alcanzó los 2.410 millones de euros en 2007, de los que el 85,7% provino del mercado de la comida rápida y el 14,3% del reparto a domicilio.

Las ventas en mostrador de este tipo de comida experimentaron un aumento del 7,8%, hasta alcanzar los 2.065 millones de euros, mientras que el de reparto creció un 6,2%, hasta los 345 millones de euros.

Un año más, el sector de las hamburgueserías fue el que acaparó el mayor número de ventas, tras aumentar su facturación un 7,8% y alcanzar el 42% del total del sector. Sin embargo, este crecimiento fue inferior al contabilizado en 2006 (8,9%) ya que durante el pasado ejercicio se abrieron cerca de una veintena de establecimientos, frente a los más de 50 del año precedente.

A continuación se situaron las pizzerías, que alcanzaron los 580 millones de euros, seguidas de las bocadillerías, que facturaron un total de 420 millones.

Por último, el grupo de otros establecimientos fue el que mantuvo en el último año el mayor crecimiento, con un aumento de las ventas en el entorno del 16% hasta los 290 millones de euros.