Así, mientras el pasado año las intoxicaciones etílicas representaron el 60 por ciento de los casos atendidos por CruzRoja, en la presente edición el porcentaje descendió hasta el 35 por ciento.

Sin embargo, este dato no quiere decir que haya disminuido la animación entre el aproximadamente millón y medio de personas que se concentraron, desde el jueves pasado, en el Real de la Feria, en sus aledaños y en la calle del Infierno, según indicaron los propietarios de las casetas consultados.

En previsión de posibles accidentes, algunos cuerpos de asistencia, como Cruz Roja, aumentaron durante el fin de semana sus efctivos para hacer frente a la recta final de la Feria, mientras que otros, como los de Policía y Bomberos, mantuvieron los niveles de días anteriores, ante el escaso número de incidentes que se registraron.

Cruz Roja dispuso, desde el jueves pasado, de 60 personas, que se ocuparon de atender a las personas que resultaron enfermas o heridas durante la Feria.

Concretamente, en la noche del viernes al sábado las siete ambulancias de que ha dispuesto Cruz Roja para realizar su trabajo efectuaron 102 alidas, 13 de las cuales precisaron del traslado de los heridos a distintos hospitales de Sevilla.

Por su parte, fuentes de los bomberos señalaron que la feria había resultado muy tranquila. Pequeños incendios en algunas casetas, que fueron sofocados con facilidad, algunos cortocircuitos y achiques de agua han constituido el grueso de sus servicios.

Los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía no tuvieron que en ningún altercado de importancia.