Por eso, el diplomático español defendió una acción militar, internacional, "relámpago", antes del invierno que evite la continuidad del "genocidio lento y seguro de los ciudadanos honestos y demócratas" de la ex confederació.

Mendiluce, que participó hoy en el curso de la Complutense "Las arenas movedizas de Los Balcanes", al que asistió como alumna oyente la reina Sofía, insistió en que la labor humanitaria que desarrolla la ONU en la ex Yugoslavia "no tiene sentido si no cambia la lógica de la guerra; no veo porque los que están masacrando ahora vayan a dejar de hacerlo porque exista esa acción humanitaria".

En su opinión, "no está bajo control humanitario una situación en la que cada día existen miles de desplazaos, se queman iglesias y mezquitas o se estrangula de hambre a miles de civiles".

Mendiluce citó ante los representantes de los gobiernos serbio y musulmán también presentes en la sala, las cifras del drama balcánico: "más de 200.000 muertos, 30.000 mutilados, 40.000 disminuidos, 25.000 mujeres violadas, 1,5 millones de personas cercadas, un millón de familias rotas o separadas y centenares de miles de huérfanos".

CRITICAS A BOBAN Y KARADZIC

José María Mendiluce dijo en su intervención, frente l vicepresidente bosnio, Zlatko Lagumdzija, y el viceprimer ministro serbio Zeljko Simic, que no le preocupa la labor humanitaria más o menos limitada que pueda desarrollar la ONU en Bosnia, "sino la presencia de un fascista como Mate Boban (lider de los croatas de Bosnia) o un nacional estalinista como Radovan Karadzic (lider de los serbios de Bosnia) en los puestos de máxima responsabilidad de la política bosnia".

El delegado del ACNUR apeló a la comunidad internacional para frenar a "estos extermindores" o, afirmó, "todos seremos responsables del genocidio de un pueblo que cometió el error de creer que nosotros, los europeos y la comunidad internacional, ibamos a honrar nuestros compromisos".

También intervino en el curso el coronel Francisco Javier Zorzo, jefe del IV Tercio de la Legión y de la Agrupación "Málaga", que explicó la experiencia humana de los legionarios españoles en Bosnia, descatando que "todos los bandos, sin distinción, han sido muy hospitalarios y el peor desaguisado que pueds hacerles es no aceptar una invitación".

Zorzo no quiso entrar a valorar si debe continuar la presencia de los "cascos azules" en territoria bosnio, y se limitó a decir que "es una decisión política, y nosotros, como militares, nos limitamos a cumplir órdenes".