Durante la "Manifestación contra la Pobreza" que congregó a miles de personas en Madrid, Méndez exigió al grupo de los países más poderosos de la tierra (el G8) que "cumplan con sus compromisos y reparen en la injusticia del hambre que padecen millones de seres humanos y que tiene una cifra trágica: cada minuto mueren ocho niños y niñas de hambre y de miseria a nivel planetario".

Méndez añadió que, para combatir la pobreza, debe cancelarse la deuda externa de los países menos desarrollados, fomentarse el comercio justo y que se garantice "un empleo digno, decente y con derechos para todos los trabajadores del mundo, particularmente las mujeres, ya que cientos de millones de ellas trabajan en condiciones miserables. En países donde los salarios son de miseria, ellas cobran entre un 60 y un 70% menos que ellos".

En este sentido, reiteró que los países más poderosos se han comprometido "a reducir la pobreza más extrema en un 50% con un plan de 15 años desde 2000, pero al ritmo actual se tardaría 100 años".