Mendaille, que ive en España desde 1972, aseguró que las acusaciones que pesan sobre él se deben a que se negó a pagar 400.000 pesetas para contratar un abogado para Roger Roussey, uno de los sicarios franceses encarcelados en Francia por cometer algunos de los atentados de los GAL.

El testigo contestó a algunas preguntas con cierta agresividad y fue reprendido por el presidente del Tribunal por este motivo. Comentó que nunca presentó a Amedo y Domínguez a Odette y que, aunque conocía a Roussey, Lambert, Morganti y omenge (a los que acusó de pertenecer a la mafia marsellesa), dejó de tener contacto con ellos cuando le propusieron participar en un secuestro.

"Me están metiendo en una película", declaró, para añadir que, al ser un militar retirado (durante 18 años formó parte del Ejército francés y participó, entre otras, en las guerras de Camboya y Vietnam), "cierta persona ha aprovechado esta circunstancia y los conocimientos que puedo tener de armas para montar lo de los mercenarios".

Mendaille, que se encentra en libertad provisional pese a que lo reclama la Justicia francesa desde mayo de 1986, manifestó que no comparecía ante los tribunales de su país "porque me he enterado por los medios de comunicación y me parece extraño que se me quiera juzgar allí, cuando llevo 20 años viviendo en España".

Cuando la acusación insistió en este punto, reiteró que no piensa ir a Francia "para responder a cuatro gamberros, y porque no me fío tampoco".

El testigo mantuvo que jamás dio ni dinero ni instruccionesa los franceses y que nunca propuso ningún tipo de negocios a Odette Roussey, quien testificó que en una entrevista celebrada en Bagur (Gerona), a la que acudieron Mendaille, Amedo y Domínguez, le propusieron trabajar en Costa Rica para los GAL.

PRUEBAS DOCUMENTALES

Por otra parte, esta mañana compareció uno de los dos inspectores que llevaron a cabo la investigación judicial sobre el "caso Amedo". El funcionario ratificó la veracidad de todas las pruebas documentales que existen contra los acusados entre ellas las numerosas facturas de los hoteles en los que se hospedaron los policías bajo nombre supuesto y algunos de los mercenarios de los GAL.

El testigo reconoció que tanto él como su compañero siguieron la entrevista, en el Hotel Velázquez de Madrid, entre Blanca Balsategui y Francisco Paesa, al que pensaban detener, entre otras cosas, por coaccionar a la testigo y utilizar el nombre falso de Alberto Seoane, pero le perdieron la pista.

Por otra parte, el inspector reconoció al abogado dfensor, Gonzalo Casado, que aunque en los comprobantes policiales figura que Amedo se encontraba se servicio el día que se cometió el atentado contra García Goena (tanto el acusado como su hermana y una amiga declararon que estaba de vacaciones en Laredo), pudo disfrutar de un permiso verbal por parte de sus superiores.

Esta tarde prestarán declaración como testigos los periodistas Ricardo Arqués, Melchor Miralles y Pedro J. Ramírez, redactores y director de "Diario 16" por aquel entonces, que investiaron sobre la trama de los GAL y aportaron algunas de las pruebas que existen contra los policías.