La nueva planta tiene capacidad para eliminar 4,5 toneladas de residuos por hora. Eso cubrirá las necesidades de la ciudad, que produce más de 100 toneladas diarias de basuras, entre las que destacan las más de 10 toneladas de cartonajes procedentes del comercio, principal actividad de la ciudad.

Las cenizas generadas por la incineración serán transportadas a vertederos especiales situados n la península, mientras que la escoria será depositada en un vertedero para su posterior utilización como material en obras públicas, al igual que se viene haciendo en otras localidades españolas.

La incineradora funcionará las 24 horas del día. Según las mismas fuentes, está dotada de equipos que permiten conseguir unas emisiones de gases sensiblemente inferiores a los máximos admitidos, tanto por la normativa española como por la comunitaria.

La planta utilizará un sistema de autoabastecimient energético, ya que de la energía producida por la incineración se abastecerán todos los sistemas de la planta y además sobrará para suministrar una parte a la ciudad.

La incineradora, que se encuentra situada en uno de los barrios periféricos de Melilla, será gestionada por una sociedad mixta formada por el Gobierno de la ciudad y por la empresa estatal Engrisa.